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Barcelona. (EFE y EP).- La población extranjera en Barcelona es de 282.178 personas, que representa el 17,4% de los empadronados en la ciudad, y supone un modesto aumento de 3.853 residentes (+1,4%), según el último informe de población extranjera elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona con datos del 1 de enero de 2012.
En declaraciones a EFE, el comisionado de Inmigración del Ayuntamiento de Barcelona, Miquel Esteve, ha destacado que los últimos datos estadísticos ponen en evidencia que "básicamente ha dejado de llegar gente y que no es verdad que se vaya mucha gente" de Barcelona. Para Esteve, ante este panorama se puede dejar de poner el acento en las políticas de primera acogida de los inmigrantes y aplicar más recursos a la "acomodación de las personas que tienen la intención de quedarse".
Junto a la constatación de la estabilidad, el comisionado ha destacado el informe pone de manifiesto que "Barcelona será diversa por muchos años" ya que la población inmigrante es joven -32 años de media, frente a los 43 de los barceloneses- y cada vez son más los hijos de extranjeros o parejas mixtas.
De los distritos de la ciudad, el Eixample es donde se concentran más foráneos, con 47.615; por detrás se sitúan Ciutat Vella -con 43.026-, Sants-Montjuïc -36.361- y Sant Martí -36.084-, si bien todos registran más del 11% de población extranjera. Destaca el caso de Ciutat Vella, que ha reducido su número de extranjeros sobre el global de la ciudad del 21% en 2001 al 15,2% este año, si bien, comparando cifras del propio distrito, ha crecido en un 171% el mismo período, un registro muy por debajo de los de Nou Barris -454%-, Sant Martí -414%- y Sant Andreu -367%-. El 52% son hombres y el 48% mujeres, y la media de edad se sitúa en los 32 años, muy por debajo de la de toda la población de Barcelona, fijada en 43,5 años.
Según el informe, 2.098 niños nacidos en Barcelona en 2012 eran hijos de matrimonio mixto dónde el padre o la madre eran extranjeros y su pareja era nacional (13,9% del total de nacimientos a la ciudad) y 3.143 (20,9%) eran hijos de padre y madre extranjeros. Además, el 31,1% de los matrimonios que se celebran en Barcelona son entre parejas mixtas, sólo un 9,6% entre parejas donde ambos cónyuges son extranjeros.
El comisionado ha señalado que los datos certifican el éxito de la apuesta por integrar a los individuos (interculturalidad) más que a los colectivos (multiculturalidad) que ha hecho Barcelona. Desde el 2010, la población extranjera ha disminuido en 12.740 personas en Barcelona, en contraste con el gran incremento que se produjo durante la década pasada (241.490 personas).
En la ciudad de Barcelona, la inmigración más numerosa, con un 40% del total, es la procedente de Latinoamérica, seguida de la Unión Europea (26%), de Asia (22%) y de África (7%) y del resto de Europa (5%). La nacionalidad más numerosa, por segundo año consecutivo, es la pakistaní (23.281), por delante de los italianos (22.909). Los residentes de nacionalidad china llegan a 15.875 y se sitúan en tercer lugar por primera vez, adelantando a los ecuatorianos.
El informe confirma la tendencia a la distribución de residentes extranjeros a todos los distritos, que se sitúan por encima del 11%. Esteve ha restado importancia a la disminución de extranjeros que se da principalmente en el grupo de los residentes latinoamericanos que baja en 2.764 empadronados, ya que esta cifra apenas supone el 1% de su conjunto. Por nacionalidades, la mayoría de los que se han ido de Barcelona son de Ecuador, Bolivia, Argentina y Perú.
En enero de 2012 en Barcelona había 54.524 hogares (8,3%) dónde todos los miembros eran extranjeros y 60.919 hogares mixtos (9,3%) con miembros autóctonos y extranjeros. En el resto, 541.835 hogares (82,4%), todos los miembros tenían la nacionalidad española. Los hogares mixtos han aumentado un 24,6% entre el 2007 y 2011.
Los chinos suben en el padrón barcelonés
Llegan pocos y se van pocos. Los flujos migratorios de extranjeros hacia y desde Barcelona arrojan hoy cifras pequeñas, muy por debajo de las registradas a lo largo de la última década.
Así, el número de residentes extranjeros en la capital de Catalunya ha entrado en una fase de estabilidad que los expertos pronostican relativamente larga. Pero dentro de la estabilidad, aparecen datos significativos, como el incremento absoluto y relativo de ciudadanos chinos.
Los datos del padrón municipal actualizados a 1 de enero de este 2012 señalan que la población extranjera es de 282.178 persona, sólo un 1,4% más que un año antes.
Pero el padrón no refleja al mínimo detalle la realidad, y a menudo registra movilidad interna, cambio de municipio y no necesariamente regreso al país de origen, aunque también se da. Miquel Esteve, comisionado de Inmigración del Ayuntamiento de Barcelona, señala que, además de ese leve incremento en el padrón, "otros indicadores como el Saier (servicio de atención a inmigrantes extranjeros y refugiados) o la reagrupación familiar indican que viene poca gente".
De un año a otro se ha producido un cambio llamativo. La comunidad china en Barcelona ha superado a la ecuatoriana y es la tercera en número en la ciudad. Como se muestra en el gráfico, en un año constan 874 chinos más, mientras el número de ciudadanos ecuatorianos ha bajado en casi 1.500.
Este salto da pie a que desde el Ayuntamiento de Barcelona se advierta que la ciudad "se confirma como la puerta de entrada de inmigración asiática al sur de Europa". Y es que entre las comunidades que han aumentado su presencia en Barcelona está también otra asiática, la filipina.
Las comunidades extranjeras con más personas son la pakistaní (la minoría mayoritaria desde hace poco, concretamente desde el 2011) y la italiana.
Durante la primera década de este siglo, la población extranjera en Barcelona creció de forma notoria, con casi 250.00 nuevos vecinos. Este crecimiento se ha frenado, y ahora, aunque el leve repunte estadístico del último año pueda despistar, constan 12.740 extranjeros menos en Barcelona que en el año 2010.
No sólo el Saier, que nació en 1990 cuando se preveía una inmigración menor de la que vendría, ha de atender ahora a menos gente: 11.037 casos frente a los 18.128 del 2010. Las solicitudes de reagrupación familiar (para que lleguen familiares de los extranjeros ya establecidos) fueron 3.446 durante el 2011, que representan un 17,3 % menos que un año antes y la mitad de las que se presentaron en el 2007, hace cinco años.La mayor parte de los informes de vivienda que se solicitan
en Barcelona, como requisito para el reagrupamiento familiar, corresponden a los distritos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Nou Barris y Sant Andreu. Pero el distrito con mayor número de residentes extranjeros es el del Eixample. El que tiene menos es Les Corts.
La cifra más relevante, con todo, es que el 17,4% de los habitantes de Barcelona es extranjero. Esta va a ser una proporción estable en los últimos años. No se prevé que vaya a subir ni bajar de forma ostensible. No eran correctas, según el comisionado Esteve, las previsiones de que una crisis económica tendría como consecuencia un retorno muy numeroso a los países de origen. Sí ha desaparecido el efecto llamada porque hay muchas menos oportunidades de trabajo.
Con el cambio de paradigma, "el reto ahora ya no es la acogida, sino que los que quieren quedarse se cohesionen, se integren" apunta Esteve. De esta manera, buena parte de los esfuerzos que se dedican a la acogida (información y asesoramiento de servicios públicos, primera escolarización, enseñanza de catalán, por ejemplo) se han de dirigir a la integración y la cohesión. Hay que implantar programas de integración "dirigidos a los inmigrantes y a los autóctonos, porque la cohesión es de todos", dice el comisionado Esteve.