MOVIMIENTOS MIGRATORIOS
MARÍA JOSÉ TOMÉ | BILBAO www.elcorreo.com
Casi 10.000 inmigrantes residentes en autonomías castigadas por la crisis eligieron al País Vasco como destino el año pasado.
Pese a la crisis económica, Euskadi sigue siendo un destino atractivo para los inmigrantes, aunque cada vez en menor medida. La radiografía de los movimientos migratorios que tuvieron como destino o salida Euskadi durante 2009 no desvela grandes sorpresas, sino que ratifica una tendencia ya conocida por los expertos en demografía: por segundo año consecutivo desde 2000, desciende la llegada de personas procedentes de países extranjeros (-19%), mientras crece la cifra de inmigrantes que deciden mudarse al País Vasco desde otras comunidades autónomas más lastradas por los efectos de la recesión económica y la falta de oportunidades laborales.
Con 2009, Euskadi encadena ya diez años en los que registra un saldo migratorio positivo, según refleja el estudio realizado por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat. En concreto, el pasado ejercicio llegaron al País Vasco 13.254 personas más de las que se fueron, si bien esta cifra fue un 21,1% menor que la del año 2008. El saldo migratorio referido solo a los extranjeros también fue positivo, con 9.802 personas más. A pesar de ello, supuso un descenso del 34% respecto al año anterior.
El 62% de las 34.486 personas que emigraron a Euskadi son extranjeras. El pasado ejercicio, la comunidad dio la bienvenida a 21.403 ciudadanos de otras nacionalidades, pero no todos llegaron de fuera de nuestras fronteras: el 43%, tenía su lugar de residencia en otras zonas de España pero, por distintas razones, decidió emprender una nueva migración, en este caso interna. Es el segundo año consecutivo, desde que el Eustat elabora esta estadística, en el que se registran más inmigraciones a Euskadi desde otras comunidades que emigraciones hacia ellas. El saldo positivo fue de 3.452 personas.
Martín González, sociólogo y coordinador de estadísticas demográficas del Eustat, reconoce en estos datos una lógica reacción a la complicada situación económica que atraviesa el país. «Euskadi sigue siendo un polo de atracción importante para los extranjeros que en su día emigraron a zonas que en estos momentos sufren en mayor medida los efectos de la crisis y se están quedando sin trabajo», confirma el experto. Presumiblemente, en este supuesto se encontrarían muchas de las 9.291 personas de otras nacionalidades que el pasado año arribaron a la comunidad vasca desde otros puntos de España.
Esta hipótesis queda avalada si se analizan los lugares de origen de esta migración interna. En uno de cada dos casos, los extranjeros que decidieron afrontar una segunda inmigración -o tercera, o quizás cuarta- con destino a Euskadi procedían de grandes urbes con importantes tasas de inmigración y paro: Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.
Volumen migratorio bajo
Por territorios, Vizcaya, que ganó 7.394 personas, presentó el saldo migratorio más elevado en cifras absolutas, si bien cayó un 16% en relación al año 2008. En el caso de su capital, Bilbao recibió a 7.820 nuevos ciudadanos y despidió a 4.223, con lo que ganó 3.596 habitantes. Álava se movió en similares porcentajes que el territorio vizcaíno: creció en 3.670 personas, un 16% menos que en el ejercicio precedente. La mayoría, 3.000, las ganó Vitoria, que contabilizó 5.183 inmigrantes y 2.176 emigrantes. San Sebastián invirtió la tendencia de las capitales vascas, al registrar un saldo negativo de 17 vecinos: las 1.727 personas que llegaron no fueron suficientes para sustituir en las estadísticas a las 1.744 que se fueron.
González reconoce que el volumen migratorio de Euskadi es «muy bajo» si se compara con otras comunidades, como Cataluña y Madrid. «Las cifras son todavía escasas y la tendencia parece que apunta a una progresiva disminución de las llegada de extranjeros, coincidiendo con la difícil coyuntura económica», apunta el experto. El estudio también esboza el perfil de la persona que migra: casi seis de cada diez tienen niveles bajos de estudios, mientras que los que cuentan con un título universitario representan el 18%. Su edad media oscila entre los 35 años de los que emigran y los 31 de los inmigrantes.